Os ofrecemos la propuesta catequética para este Domingo VI de Pascua. Los apartados 1, 2 y 4 son comunes para tod@s. En los apartados 3 y 5 se ofrecen diferentes propuestas según el tipo de catequesis.
1-ORACIÓN
Señor nuestro, Tú nunca te cansas de sembrar.Puedes ampliar tu oración en este ENLACE.
Por medio de tu Espíritu has sembrado en el corazón
y en la inteligencia de los hombres.
Tampoco hoy dejas de sembrar
y sigues fecundado nuestra tierra.
En tu infinita generosidad enviaste a tu Palabra
para sembrar tu amor, tu esperanza,
tu alegría y tu paz.
Como semillas Señor, has sembrado las parábolas
a lo largo de tu Evangelio.
Ayúdanos a hacerlas crecer en el campo de la oración,
para que broten en nosotros como árboles de luz
en el camino de tu Reino.
Seguimos necesitando tu misericordia,
siembra en la tierra devastada por la guerra y la miseria,
siembra en la tierra pisoteada por el sufrimiento.
Concédenos luz para encontrarte,
Concédenos la gracia del tesoro de la fe,
Abre nuestros oídos para entenderte,
Abre nuestros ojos para que veamos el Reino de tu Amor.
Y para rezar en familia, lee las posibilidades que te ofrecemos en este ENLACE.
2-EVANGELIO
3-MATERIAL DE TRABAJO
- Propuesta de trabajo para los catecúmenos de PRIMERA COMUNIÓN.
- Propuesta de trabajo para los catecúmenos de CONFIRMACIÓN.
- Propuesta familiar. Visualización de la película "El Rey León" (Os animamos a entenderla desde los ojos de la fe).
4-COMPROMISO PARA LA SEMANA
Antes de que toda la humanidad viviese la asombrosa e inédita experiencia de encerrarnos en casa y de paralizar casi todo el planeta, nuestros días corrían a un ritmo frenético.
Recuperar la mirada al interior de nuestros hogares, al interior de nuestros corazones, al amor de quienes nos cuidan con mimo, al cuidado de los pequeños detalles, nos ha hecho reflexionar a muchos de nosotros.
Por ello, nuestro compromiso individual para esta semana será hacer un esfuerzo por RECORDAR significativamente un momento vivido recientemente, antes de que experimentásemos esta situación.
Tómate un respiro y piensa. Haz memoria a modo de lupa.
Puedes elegir con total libertad la situación o momento que tú prefieras: una reunión de amigos, una celebración familiar, la Eucaristía del domingo, un gran y difícil examen aprobado, una sesión de cine con palomitas... lo que tú desees.
Repasa interiormente la imagen que desees recordar. Imagina con los ojos cerrados y trata de recordar aquel momento con cada detalle que te sea posible.
Haz un esfuerzo mental por focalizar tu atención sobre las personas, si las hubiera, sobre los objetos o el entorno que te rodeaba, pero sobre todo céntrate en los sentimientos qué viviste.
Para ello sigue las siguientes instrucciones:
- Cierra los ojos, sentado o tumbado. Relájate y respira profundamente. Realiza tres inspiraciones profundas llenando el pecho de aire y ve soltando el aire lentamente.
- A medida que te sientas más relajado, comienza a imaginar. Puede que este esfuerzo te lleve unos pocos instantes, o tal vez necesites más tiempo.
- Cuando tengas esa imagen en tu mente, recrea ese momento. Qué hacías, quién te acompañaba, qué ocurrió... Siente profundamente qué sentías.
- Mantén unos minutos todo este esfuerzo mental y disfrútalo.
Este sencillo y práctico ejercicio durará unos pocos minutos y podrás ayudarte de una música relajante.
Reconocer y comprender nuestras reacciones, prestar atención a los detalles que son importantes, nos ayudarán a tomar más consciencia de nuestras experiencias tanto emocionales como físicas. Y todo ello formará parte de nuestro proceso de aprendizaje para el camino que recorreremos como cristianos.
5-EUCARISTÍA