Querid@s herman@s:
La Iglesia nos convoca, un año más, a vivir intensamente este tiempo de Cuaresma y la próxima Semana Santa, días que culminarán con la Pascua de Resurrección. El gran mensaje de la Pascua es la vida que brota de la Cruz redentora, la esperanza de la eternidad y la paz que nos ofrece Jesús Nazareno, Vivo y Resucitado, en medio de las cruces de nuestra existencia.
Y lo hacemos en el marco de unos momentos muy delicados en nuestro mundo, por la falta de paz social y personal. Estamos inmersos en un mundo convulso; vemos a diario el sufrimiento y el horror de las guerras, la muerte de miles de personas, las injusticias... en definitiva, la falta de paz en el mundo y en nuestras vidas.
Jesús Nazareno vino a traernos la paz. Él quiere que nosotros vivamos y seamos constructores de paz, Él quiere que nos opongamos a las guerras y las injusticias que tanto dañan nuestro mundo. Para conseguirlo, debemos empezar por nuestra paz personal, en las familias y en el trato con los demás, en nuestra parroquia, y aprender a llevar nuestras cruces con Él, ponerlo todo en sus manos. Por eso le pedimos: Jesús Nazareno, danos tu Paz. Su paz no es ausencia de problemas, es confianza y esperanza que brota de la Fe en Él.
Para ello, es necesaria la conversión personal y comunitaria para conseguir entre todos un mundo nuevo donde sea posible la justicia, la paz y el amor. Es necesario un cambio de mentalidad, un cambio de pensamiento, un cambio de actitudes y comportamientos. El tiempo cuaresmal no invita a ese cambio y a conseguir esa deseada paz.
Una verdadera Cuaresma, ha de conducirnos a la Pascua y para conseguirlo hay que recorrer el sendero cuaresmal. Hay que mirar como es nuestra relación con Dios, nuestra relación con los demás y nuestra vida personal. Se nos invita a acrecentar nuestra vida de caridad (limosna), nuestra vida de comunión con Dios (oración) y nuestro esfuerzo personal (ayuno).
Os invito a preparar la Semana Santa recorriendo ese camino cuaresmal, a limpiar vuestro corazón en el sacramento de la reconciliación, a hacer algún sacrificio y ayudar a nuestros hermanos más necesitados. Esa ayuda va destinar esta Cuaresma a Caritas de nuestra Parroquia y a la Misión del Padre Matías en Honduras. Difundamos esta campaña de ayuda:
Bizum: 04340 Cuenta Parroquia: ES98 2100 6264 6413 0015 2747
Aprovechemos este tiempo de gracia, que estemos bien despiertos, centrados en lo fundamental. Todos los viernes a las 11h. se meditará el Santo Vía Crucis.
Ánimo, no caminamos solos, caminamos con Jesús y con la Santísima Virgen María, en comunión con toda la Iglesia en oración y sacrificio, recorriendo el camino de la Cuaresma que no termina en la Cruz, sino en la Resurrección.
Que tengamos un provechoso camino cuaresmal. Feliz Pascua de Resurrección.
El Señor os colme de bendiciones. Unidos en la oración. Un fraternal abrazo.
Fernando Gutiérrez Reche, párroco.